Los avances científicos y tecnológicos de los últimos años experimentados a nivel mundial, no solo demostraron que es posible -gracias a ellos- avanzar en la realización de tratamientos de avanzada en medicamento para la prevención, detección y tratamiento de múltiples enfermedades, sino que también han permitido extender la expectativa de vida y lograr responder de manera afectiva a urgencias sanitarias. La pandemia de COVID-19 que sigue manteniendo en vilo al mundo y que irrumpió en la vida de millones de personas desde finales de 2019, es tan solo un ejemplo de esa capacidad de respuesta.
En ese sentido, se destaca el rol de los equipos médicos y la tecnología a la hora de crear nuevas herramientas y de recuperar a personas en estado crítico. “Cuando comenzó la pandemia de covid, todos nos dimos cuenta de algo: lo que más se necesitaba en el país eran respiradores artificiales. Los proveedores del sistema de salud nos pasaron días enteros consiguiendo equipos de última generación, eficaces, efectivos, para todas las provincias. Fuimos muchos los que trabajaron para que los médicos pudieran salvar a cientos de personas que necesitaban asistencia respiratoria”, cuenta Tomás Piqueras, CEO de Centro de Servicios Hospitalarios, empresa que estuvo a cargo de la provisión de muchos de los respiradores, camas y monitores para terapia intensiva del pais en estos ultimos años.
Lo cierto es que estos equipos salvaron a miles de personas y esto pone cada vez más en evidencia la ayuda que el equipamiento médico y la tecnología están brindando. En el mundo entero, la vida se alarga, pero además gana en calidad, gracias a los nuevos descubrimientos, las nuevas tecnologías, la revolución que hoy experimenta la medicina. Y gracias, también, a la conciencia en la salud preventiva. Entre los principales beneficios de la tecnología en la salud se encuentra la mayor eficacia de los tratamientos. No solo en referencia al uso de los medicamentos, sino también en el desarrollo de equipos que pueden ser parte de una recuperación.
Estos avances incluyen un amplio rango de aparatos, tanto para la recuperación como para la prevención, que hoy en día es un gran artículo de la medicina, desde ecógrafos hasta equipos completos de neonatología, monitores multiparamétricos y bombas de infusión, entre otros. Se trata de tecnologías que a diario benefician a miles de pacientes.
“El desarrollo de nuevas técnicas y procesos también mejora de forma considerable la detección de las enfermedades conocidas, así como de las desconocidas que surgen alrededor del mundo. Existen cientos de procedimientos, en cada uno de los cuales se utilizan equipos diseñados y perfeccionados en el tiempo para obtener diagnósticos más precisos. Y la velocidad para obtenerlos puede hacer una gran diferencia”, explica Piqueras.

Hoy estamos, además, entrando en el nuevo mundo de la inteligencia artificial para la salud. Según las nuevas orientaciones de la OMS, la inteligencia artificial (IA) ofrece grandes expectativas para mejorar la prestación de atención de salud y la medicina en todo el mundo.
inteligencia artificial de vanguardia
La inteligencia artificial puede utilizarse para mejorar la velocidad y la precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades; facilitar la atencion clinica; reforzar la investigación en el ámbito de la salud y el desarrollo de medicamentos, y apoyar diversas intervenciones de salud pública, como la vigilancia de la morbilidad, la respuesta a los brotes y la gestión de los sistemas de salud.
“La IA también podría permitir que los pacientes tuvieran un mayor control de su propia atención de salud y comprenderían mejor la evolución de sus necesidades. Además, podría facilitar el acceso a los servicios de salud en los países con escasos recursos y las comunidades rurales, donde los pacientes a menudo tienen dificultades para acceder a los agentes de salud o al personal médico”, cuenta el joven CEO Tomás Piqueras, cuya empresa familiar se encuentra en pleno desarrollo de soluciones de IA.